Cada vez más personas optan por contratar un seguro privado, ante posibles catastrofes que puedan suceder a lo largo del día.
Pero a la hora de contratarlo, muchas de ellas optan por un seguro de salud a un precio reducido. No obstante, no tienen en cuenta las consecuencias que eso puede tener, ya que en muchos casos las coberturas cubiertas son muy reducidas. ¿Quieres saber cuáles son las desventajas de un seguro de salud a bajo precio? Te lo contamos en este artículo.
Principales desventajas de los seguros de salud a bajo precio
Si bien estos seguros pueden tener sus ventajas, como una cobertura muy personalizada o una mayor facilidad para la realización de los trámites, conviene no olvidar que las desventajas de los seguros de salud a bajo precio también son múltiples. Tenerlas en cuenta te ayudará a valorar si realmente son la mejor opción a la hora de escoger tu seguro.
Diferencia de precio poco marcada
En algunos casos, la cantidad de dinero que se ahorra con respecto de un seguro de salud frente a otro es muy baja. Tanto, que no merece la pena arriesgarse a eliminar parte de las coberturas a cambio de una diferencia de precio irrisoria.
Cobertura limitada
Los seguros de salud a bajo precio suelen utilizar una estrategia de marketing para captar nuevos clientes.
El bajo precio resulta muy atractivo, sin embargo, lo único que incluye son las coberturas más básicas. A la hora de añadir las demás, el precio inicial se modifica notablemente, y al final, puede llegar a ser incluso más alto que los que no esconden nada en la letra pequeña.
Relación más distante
Aunque hoy en día cada vez se apuesta más por las relaciones digitales a través de una pantalla e incluso aquellas con chats tras los que no hay ninguna persona, poder hablar con una persona también ofrece sus ventajas.
En determinadas circunstancias puede ser imprescindible contactar con la aseguradora de manera directa, y este tipo de seguros suelen poner muchos inconvenientes al respecto.
Menor confianza
La trayectoria y experiencia que ofrecen algunas compañías no puede reemplazarse tan fácilmente.
Ser una nueva empresa no tiene por qué ser motivo de desconfianza, pero sí conviene realizar una comparación entre las coberturas que se ofrecen y las de los seguros con un precio estándar.
¿Qué puede ocurrir al contratar un seguro de salud de bajo precio?
Para entender con exactitud las desventajas de un seguro de salud a bajo precio, lo mejor es explicarlo mediante un ejemplo claro:
Una pareja joven quiere comprar un piso y se informa de una promoción de viviendas, ubicadas en una zona céntrica, para comprar sobre plano. La constructora les presenta el ático de la octava planta, que dispone de tres habitaciones y en el que entra mucha luz. Todo a un precio muy ajustado, casi increíble. Compran emocionados pensando en el buen negocio que han hecho, pero cuando inician el traslado empiezan las sorpresas. El piso se haya en la calle más concurrida y ruidosa de la ciudad, como no hay ascensor tienen que subir a pie hasta el último piso y, una vez dentro, se dan cuenta de que las habitaciones son tan pequeñas que será prácticamente imposible colocar una cama y un armario juntos. Lo que si es cierto es que entra mucha luz, pero como consecuencia de los múltiples agujeros que hay en el techo.
Esta situación esperpéntica y paródica nos sirve para ejemplificar lo que está ocurriendo con las políticas de captación de algunas compañías aseguradoras, muy arriesgadas para el cliente y, frecuentemente, vinculadas exclusivamente a un tema económico. La contratación de un seguro de salud debería conllevar un ejercicio de reflexión que, a menudo, no hacemos atraídos por el precio que nos ofrecen. Las ofertas de seguros de salud a bajo coste están aumentando año tras año y las consecuencias de su contratación están empezando a surgir: escasez de coberturas, limitaciones en el cuadro facultativo, incremento abusivo de la cuota en cuanto finaliza la promoción y un largo etcétera de inconvenientes. A menudo nos damos cuenta de la importancia de disponer de un seguro de salud de calidad cuando más la necesitamos. Y entonces, ya es demasiado tarde.
Ante una oferta laminera hay que abrir bien los ojos antes de decidir, analizando y comparando qué es lo que nos proponen y cual es el beneficio que obtendremos.
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